Crystal High School
No había sido un día muy relajado porque se acercaba el final del semestre en la escuela publica CHS (Crystal High School) y los exámenes amenazaban con llegar, los profesores presionaban demasiado a los alumnos, por algo ellos eran seleccionados de los demás colegios públicos como los mejores y dentro de la misma escuela había un curso distintivo, el gran curso A, que lo integraban los mas dignos alumnos, ellos llevarían el orgullo de la escuela mas allá que los otros, eran algo odiados por una minoría en los alumnos pero adorados por los profesores y sus demás compañeros los tenían de ídolos. Algunos de los alumnos que conformaban este curso eran algo presumidos pero en su mayoría eran buenos estudiantes, grandes amigos y modelos a seguir, si deseabas estar en entre ellos solo necesitabas tres cosas, un buen cerebro, gran talento artístico y carisma con las personas, habían algunos como el prince Crystal, él chico mas talentoso, galante y adorado que existía en toda la academia y la princess Crystal, la chica mas hermosa que podían ver tus ojos, ella lo tenia todo, belleza, carisma, cerebro además de pertenecer a una familia de renombre, ambos eran los mas famosos de la escuela, siempre se corrían rumores acerca de sus romance como pareja aun que los cercanos a ellos sabían perfectamente que nunca serian pareja, ya que eran tan diferente entre los dos, a pesar de que prince Crystal o Alfonso, como se llamaba era tan famoso, era algo sencillo, algo excéntrico y ruidoso, en cambio la princess Crystal era del tipo star, solo podía brillar ella, algo egocéntrica en muchos sentidos. Pero ambos eran los embajadores de ese curso y de la academia en si, ellos dos relucían y hacían desear a los jóvenes alumnos entrar en esa clase, pero no todos los que estaban en ese curso eran tan destacados y admirados por el resto del alumnado, había un reducido numero de estudiantes neutros como les apodaron los príncipes para referirse a ellos ante los profesores, aun que nadie mas que ellos les llamaba de esa forma. Eran solo tres alumnos que se mantenían al margen de las rencillas o actividades del curso, estaba Juan que era un solitario, sus calificaciones eran promedios al igual que todo lo demás aun que destacaba un poco en la música, tenia mucho talento con la guitarra pero poca disposición para enseñar o ayudar con su talento, su apariencia física era aceptable aun que algo desgarbado para el resto de sus compañero, entre ellos solo había una chica, que a primera vista tenia buenas relaciones sociales, sus calificaciones eran altas y a pesar de que no disponían de talentos musicales hacia su aporte en lo podía, pero su defecto estaba en su poca vinculación con sus pares, se aislaba muy disimuladamente del resto de sus compañeros, Marin siempre se escudaba con los deberes que le mandaban los profesores u otra cosa, siempre tenia una excusa para no afianzar los lazos con las personas, el ultimo y mas critico de los casos era Felipe, siempre estaba en un rincón de la sala dormido, a pesar de su ausencia en clases o en cualquier hora de la escuela tenia excelentes calificaciones y al igual que Juan tenia mucho talento en la música pero no lo usaba nunca, solo cuando deseaba escuchar una canción o tenia ánimos para dormir con algo de ritmo.
Entre ellos se escudaban y cuidaban la burbuja que construían por separados, aun que no tenían muchas relaciones con los otros miembros del curso A, mantenían una cordial relación con todos e intentaban mantener un ambiente cómodo, Felipe siempre era atendido por Marin, que mientras él dormía placidamente ella enrollaba sus dedos en los rizos del chico, Juan y Felipe compartían su pasión por la música y muchas veces se quedaban charlando en la esquina donde este ultimo pasaba la mayoría del tiempo durmiendo o se juntaban fuera de la sala cuando ellos estaban aburridos del alboroto de sus compañeros, Juan y Marin eran amigos, el le enseñaba un poco acerca de la música y ella se encargaba de platicarle acerca de los últimos libros tenia, porque ellos dos compartían una gran pasión por la lectura.
El resto del curso A eran dos grupos populares y divertidos. Los populares eran solo 6, tres chicas que tenían talento en las relaciones sociales y artísticas, pero en cuanto notas eran algo promedio, casi bajas para el resto de los alumnos. La líder del grupo, Ayelén era una pelirroja muy linda, soberbia e hipócrita, sonreía tan bien delante de las conveniencias, a pesar de ese lado negativo tenia un corazón frágil y sincera, después estaba su mejor amiga una risueña rubia de grandes ojos verdes Dana, su talento no estaba en los estudios, pero era muy lista en cuanto a las personas era imposible de manipular y por ultimo Tamara, la mas tierna del conjunto pero solo en apariencia, sus notas era las mejores de las tres pero su realidad era lamentable, vivía en sueño, su vida entera giraba en torno a su apariencia.
Después estaban los tres chicos, todos talentos artísticos, Bruno hacia el papel de líder, muy hablador, un flautista de Hameli con las mujeres y una amenaza para los chicos, con cerebro y habla conquistaba lo que deseaba, su mejor amigo Ian de buenas relaciones sociales y notas altas, muy parecido a Bruno seguía sus pasos solo que el era algo mas sofisticado, Paulo en cambio carecia un poco del talento social de sus amigos pero de los tres era el mas completo artísticamente, todos en conjunto era celebres para las demás chicas de la escuela.
Los divertidos son un gran grupo de 7, cuatro chicas muy divertidas y amigas desde la infancia, Paula alta y delgada, como una modelo, con cerebro y gracia, junto con Katherin o Kath como le gustaba que la llamaran, siempre estaban metidas en algún problema, aun que Kath no era tan inteligente como Paula, se defendía en los exámenes, siempre tenia el cabello recogido en dos moños, la hacia lucir aun mas traviesa, Lidia era el cerebro maléfico en todos los planes, una estratega en todos los planes de fastidio su lindo cabello castaño siempre suelto y con ondas le daban la apariencia de tranquila, sin embargo estaba distante de eso y Mara, la vos femenina, cantaba como una diosa, sus notas y su personalidad eran refrescantes, con su risa embriagadora conquistaba corazones, todas tenían calificaciones altas y buen desempeño social y artístico, los chico del grupo eran muy unidos también pero con personalidades distintas, Andrés muy estudioso y bromista, poco serio a pesar de dar la imagen de chico modelo tenia problemas con las reglas, Héctor era el otro artista neto y estudioso, a diferencia de Andrés era mas serio y respetuoso con las normas y el ultimó, Simón un gran hablador, el mejor vocero puesto que con palabras vendía lo que fuera. Este grupo de chicos era el más conocido, sobretodo por las bromas que se gastaban y su entrañable unión, se apoyaban a ellos y a todo el que los necesitara.
Todos ellos eran parte del gran y prestigioso grupo A, admirados y odiados a la ves, se corría el rumor en las demás escuelas acerca del grupo reducido que siempre asistía a las presentaciones fuera del establecimiento, eventos públicos o demostraciones de arte, en cada uno de los eventos que se realizaran siempre había un integrante de este curso haciendo una parte en ese espectáculo.
Para muchas de las personas que conocían a estos estudiantes les parecían del promedio normal, pero al ver sus talentos se admiraban de lo bien que lo hacían, cada uno en su campo, para ser una escuela publica era la mejor, entregaba calidad y ese grupo destacado lo enseñaba. La persona encargada de tal obra eran dos profesores distintos uno de matemáticas que estaba a cargo del cuarto A que a pesar de tener buenas calificaciones, y tener supuestamente los mismos estándares para clasificar a sus alumnos no era tan renombrado como el tercero A que estaba a cargo de la peor de las pesadillas de la escuela, su nombre era Patricia, una mujer estricta, elegante y perfeccionista, los mejores alumnos era una joya pulida a mano por ella misma, por eso siempre intentaba limar todos los bordes rugosos que sus alumnos tuviesen, cada uno de sus niños como les llamaba ella eran una joya distinta esperando a ser pulido y puesto en una sortija para exhibirse y mostrar su valor.